Un escritor de
veintiocho años en los ochenta −Fernando Nachón− piensa que sólo ha nacido para
dos cosas: el sexo y el alcohol. Aunque el lector complementa: también nació
para las pastas y el rocanrol; para leer y escribir textos con títulos como: Nena, haz el favor de quitarte el sostén
o Diario de un pend***. Títulos cáusticos que han muerto en la noche
de otros malditos. Ni modo, Nachón, otros autores se pasean sobre tus restos. Pero,
hablemos sobre De a perrito −“el Cien años de Soledad de los ochenta”−
novela en la que leemos: “En la editorial donde publiqué no se necesita más que
medio millón de pesos que te saques de una tranza y publicas un libro”. Al
redactor de estas líneas no le queda de otra sino aplaudir pues la estrategia
le parece correcta. Y es que si, para publicar un texto, pones dinero de tus
bolsillos puedes permitirte hablar de cualquier cosa, por ejemplo, de sexo,
celos y alcohol como en esta novela. Te
sugiero que al comenzar a leer De a
perrito enfoques tu interés sobre las nalgas exuberantes de una mujer de
rostro repelente, que el autor encuentra en un Sanborn’s de Insurgentes. Te invito a
que trates de comprender a Carolina, esa mujer liberada que lee a Simone de
Beauvoir y cree en la redención de los humildes, y a quien le encanta introducirse no una sino
varias vergas −cinco, para ser exactos− por la vagina, la boca y el ano. Te
propongo seguir con atención la crónica del desparpajo de las borracheras
monumentales en el 8 y medio: antro emblemático de la generación de los
ochenta, aquélla que se destrampó entre luces neón y vestimenta ajustada, que
divagó entre valium y churros de mariguana, que bailó y se encueró escuchando
música de la Maldita Vecindad y los Talking Heads, que se regodeó entre nalgas
y tetas, estimulada por unos poppers, y que sonrío y se fotografió −para salir
en los chismes de “La Regla Rota”−, con sus cuates. Amigos como Mike y Rogelio.
Mike, quien reta al escritor a terminar su novela De a perrito en 28 días, “entre la sangre y la sangre de un óvulo
muerto de una mujer”. Rogelio, erigido en la conciencia correcta del narrador,
quien constantemente lo atosiga exigiéndole no ser racista, no ser pequeño burgués,
y lo induce a apoyar la causa femenina, a preocuparse por los pobres y a
tomarse en serio su papel de escritor. Ese escritor llamado Fernando Nachón
convertido en su propio psicoanalista. Consultor de su propio desvarío y
esquizofrenia. Lector de Freud, Jung y Lacan. Cantor de su afirmación masoquista.
Si es cierto que los ochenta otra vez están de moda, De a perrito es una novela que debe volver a empinar a los
lectores. Acomódense, pues.
por Jaime Magdaleno
Fernando Nachón, De a perrito. Una novela de celos, sexo y alcohol. México, Fontamara, 1998.
por Jaime Magdaleno
Fernando Nachón, De a perrito. Una novela de celos, sexo y alcohol. México, Fontamara, 1998.
Un día platicaba con Fernando, le dije mientras íbamos a su casa por unos libros: Fernando, hoy está de moda la cultura de leer, deberíamos lanzar tus libros por todos lados para que se lean más. La respuesta de Fernando fue simple: el problema es que yo no escribo para la cultura de amas de casa y niños de escuelas de paga, yo escribo subcultura para los cansados de la cultura. después entre dientes susurró algo que creo ya había anotado en algún libro o en algún cuento, no lo sé y tampoco es que importe, dijo: Yo tengo dinero y a diferencia de los escritores de academia que escriben para que les paguen su beca o su fondo de apoyo, yo escribo por el gusto de escribir lo que se me pegue la gana, al final, el dinero ya lo tengo y no necesito de nadie que me dé de comer. Deberías, crítico literario de cultura de amas de casa, poder mirar más allá de tu naríz cultural de academias y poder apreciar el transfondo y la representación de una obra como "" De a perrito
ResponderEliminarnotese que el que escribio el comentario de arriba no es otro sino el mismo que escribio "el libro" reseñado arriba, ultimamente le ha dado tambien por hacerse pasar por mujer en el facebook usando el nombre de silvia mancera.
ResponderEliminarEstás tronado. Mientes. De seguro tú eres uno de los blogueros ardidos que Nachón denunció.
Eliminar"yo tengo dinero y a diferencia de los escritores de academia que escriben para que les paguen su beca o su fondo de apoyo, yo escribo por el gusto de escribir lo que se me pegue la gana" estas palabras resumen quien y que es este "autor"
ResponderEliminarClaro! Resumen que es libre de escribir lo que le de en gana. Eres tonto. De seguro vas a creer que Nachón soy yo.
ResponderEliminarEl problema con un cretino adinerado, es el de creer que puede no sólo llamar tontos sino verle la cara de tontos a quienes no son tan adinerados como él y tienen criterio. Sin embargo habría que preguntarse cómo un cretino puede amasar una fortuna tal como para darse el lujo de "Escribir lo que quiera, cuando quiera y como él quiera". La respuesta es muy fácil y muy simple: Los cretinos no crean fortunas (del mismo modo que un falso escritor no crea a final de cuentas abosultamente nada aunque "escriba") los cretinos heredan fortunas hechas por otros que no fueron cretinos, o bien disponen de esas fortunas hechas por otros; por la simple y sencilla razón de que comparten un apellido. Pero, no nos engañemos nosotros; precisamente por eso es bueno tomar en cuenta el autoengaño que ejerce el seudo escritor del que se habla en este espacio. Esa negligencia ejercida sobre sí mismo al afirmar que "yo no necesito a nadie que me de de comer" es un acto muy burdo y no engaña a nadie. Así es, el seudoautor en cuestión está disponiendo de una fortuna, de una casa o casas, y de un negocio o negocios que le redituan pero que, a final de cuentas no son suyos sino de la familia a la cual él tuvo la fortuna de pertenecer (y sus familiares el infortunio de tenerlo a él como pariente) Fernando come, pero no de su bolsa, no de su trabajo ni de una fortuna que el jamás hizo. Fernando envejecido por sus vicios y su ineficiencia e inoperancia más que por sus casi 60 años SIEMPRE HA NECESITADO QUIEN LE DE DE COMER, y ha sido a través de la fortuna que no es suya pero de la que dispone que se ha podido pagar, su comida, vicios, su ocio y hasta le ha sobrado algo de dinero para publicar sus "libros" con ese "transfondo" que nadie jamás va a encontrar puestoque no existe, sus "libros" son vanos e inocuos, carentes de contenido. Hay una lección terrible en todo lo anterior; una lección que el seudoautor núnca estará dispuesto a encarar, pero cuyas consecuencias ha pagado y seguirá pagando. Cuando este seudoescritor muera la fortuna que le dio de comer (junto con las propiedades y negocios inmobiliarios) volverá a manos de sus legítimos dueños. La primera edición casi completa del tiraje de "De a perrito" cuyos ejemplares el atesora tan fervientemente PORQUE NO SE VENDIERON será finalmente lanzada a la basura; donde seguramente los pepenadores nada tontos le daran un buen uso.
ResponderEliminarPor cierto sería bueno saber que opina el seudoautor o "quienes" le defienden de mi anterior comentario, pero con una verdadera serie de argumentos; no con la clásica descalificación humorística que parece más bien una salida fácil y revela una total falta de verdaderos argumentos. Algo sumamente característico no sólo del autor sino de sus "seguidores".
ResponderEliminarAcabo de encontrar una pagina donde el reconocido peiodista y escritor Daniel salinas Basave de Tijuana nos habla con lujo de detalle acerca de quién es Fernando nachón. Vayan a: http://cunadeporqueria.blogspot.mx/2004/10/tijuana-baja-california-6-de-octubre.html
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