21.8.12

Fante es la certeza de que el sol va a salir

Te manchaste con todo esto. Hablo de lo que hiciste ayer. ¿Lo recuerdas? Dijiste: soy como una pintura de van Gogh, y estrellaste la caguama (llena) contra la máquina. Dijiste: ¡Ningún delirio esquizofrénico ha deformado una pintura de van Gogh!
Empezaste a vaciar las latas de cerveza de un sólo trago. Aunque estás enferma y te dijo el doctor que ya no debías tomar, que pones en riesgo tu salud cuando tomas. Además todavía no están listos tus análisis; no saben por qué de repente te duele mucho el abdomen, y más cuando tomas, pero me dijiste suavemente, aventando otra caguama (llena) a la pared: el hecho científico no excluye la belleza. Era la segunda que aventabas (nueva) sin destapar.
“Los ingredientes placebos de la vida son sólo ingredientes añadidos”, me dijiste riéndote como loca. Me diste mucho miedo, te quité la cerveza y me empezaste a pegar y me gritaste como nunca te había oído gritar. ¡No mames, ahora sí te manchaste! Después me dijiste: los placeres infinitos andan solos, libres. No son como tú. Tú quieres echar raíces para pudrirte. Lo veo en tu cara, crees que no  me he dado cuenta, y me observaste fijamente a los ojos. No pude sostenerte la mirada, me diste mucho miedo.
¿Qué hora es? El reloj no sirve, la máquina tampoco y nuestros celulares los dejamos empeñados por esa última caguama. No la vayas a aventar.
por Jaime Martínez


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