12.11.15

Un periódico no diría eso

Condenada a una larga espera en un consultorio dental que semeja a una crujía, sólo podía hacer estas cosas:

1.- Revisar el aspecto de los pacientes que esperaban, impacientes, la atención de sus muelas podridas.
2.- Revisar la bandeja de mensajes del WhatsApp para comprobar que siempre ha existido alguien que me desea o;
3.- Revisar las publicaciones viejas que la asistente del dentista deja sobre un buró metálico, oxidado, para mitigar el tedio de los pacientes que,  impacientes, desesperaban en la larga espera.

El rostro adocenado de los que esperaban conmigo, el escaso deseo de comunicarme con los que me desean y la necesidad de pensar en algo más que el dolor de mi muela podrida, me llevaron a hojear el periódico.

En la columna “Bajo Reserva” del periódico El Universal del domingo 1 de noviembre, leí lo que consideré, de inmediato, una joya de la sugerencia periodística.  

EPN y Duarte
El presidente Enrique Peña Nieto ha decidido estar muy cerca del gobernador César Duarte, quien está a unos meses de concluir su administración al frente de Chihuahua y tuvo que pasar por una rápida recuperación médica por una operación de la columna, tras un accidente en helicóptero. El jefe del Ejecutivo viajó la noche del jueves a territorio chihuahuense para pasar la noche ahí y platicar largo con Duarte por la mañana, previo a clausurar la reunión de la Conferencia Nacional de Municipios de México. Durante su mensaje en este foro, el mexiquense hizo un amplio reconocimiento a la disminución de los índices delictivos en la entidad y a la implantación del nuevo modelo de justicia oral en la entidad. Fue una apapachada muy agradecida por el gobernador, nos comentan.


Después de leer un par de veces el artículo para cerciorarme de que lo que estaba viendo, efectivamente lo estaba viendo, una sonrisa turbia, sarcástica, se trazó en mi rostro. Tal debió ser la turbación de mi gesto que éste no pasó desapercibido para mi vecina de asiento quien, en un abuso de confianza, me preguntó la razón de mi sonrisa. Debido al aburrimiento, o porque quise corroborar que la sugerencia del periódico no era un desvarío mío, decidí compartir el artículo con ella para saber lo que pensaba. Con fastidio, como si aborreciera leer, tomó el periódico. Resignada, repasó la breve nota. Conforme avanzaba, su gesto se puso serio, hasta que con abierta irritación, preguntó:

—¿Y?

De sobra sabía que no debía engancharme, pero la espera me tenía aburrida y por lo mismo pensé que un debate no me vendría mal.

—¿Cómo “y”? Ahí se sugiere que Enrique Peña Nieto y el gobernador Duarte tiene algo más que una relación de trabajo. ¿Acaso no lo notas?

Con los ojos desorbitados y la tez roja, la vecina respondió:

—Cada quien ve lo que quiere ver…

Mierda, pensé, ahora resulta que esta vieja me dará lecciones de hermenéutica a mí, a Ivonne Valdemar. Sólo eso me faltaba…

—No es lo que quiero ver: es lo que es. Mira, las sugerencias son claras. Ahí te van:

Primero: el periódico no llama al presidente por su nombre y apellidos. Antes bien, inicia con las siglas E-Pe-eNe, y ya desde ahí el texto se carga de un sentido que se va aclarando conforme avanza la nota.

Segundo: Inmediatamente después, en el primer renglón, leemos: “El presidente Enrique Peña Nieto HA DECIDIDO ESTAR MUY CERCA DEL GOBERNADOR”. Al resaltar la “cercanía” del presidente con el gobernador, el texto nos va indicando hacia dónde irá la sugerencia que pretende señalar.   

Tercero: Si leemos más adelante: “El jefe del Ejecutivo viajó la noche del jueves a territorio chihuahuense para PASAR LA NOCHE AHÍ Y PLATICAR LARGO con Duarte…” creo que podemos inferir que el presidente PASÓ LA NOCHE con el gobernador, o por lo menos, gran parte de ella. Por otro lado, esta reunión no es propiamente de trabajo, pues no se habla de ningún protocolo: sólo se dice que pasaron LARGO TIEMPO JUNTOS, EN LA NOCHE. Con este dato, la nota da a entender que la relación del presidente con el gobernador va más allá de las formalidades de los cargos que ostentan: su relación es de carácter personal, pues pasaron la noche juntos y no precisamente en una reunión de trabajo formal. Ahora bien, queda por aclarar bajo qué términos sobrellevan su relación personal.

Cuarto: Pongamos atención a esta parte: “EL MEXIQUENSE HIZO UN AMPLIO RECONOCIMIENTO a la disminución de los índices delictivos en la entidad y a la implantación del nuevo modelo de justicia ORAL en la entidad”. ¿Ya notaste la insinuación?

Quinto: Fíjate en el cierre del texto, ¡que viene inmediatamente después del enunciado anterior!: “FUE UNA APAPACHADA MUY AGRADECIDA POR EL GOBERNADOR”. Para mí, está clara la sugerencia, ¿no te parece?

—¿Estás sugiriendo que el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Duarte tienen una relación homosexual?

—No lo sugiero yo, sino el periódico El Universal en su columna “Bajo reserva”, publicada el domingo 1 de noviembre de 2015. 

—¡Estás loca! ¡El periódico jamás diría eso!

—Yo no afirmo que lo diga, sino que lo sugiere. Y las pruebas están ahí, a la vista de todos.

—Ya te dije que cada quien ve lo que quiere ver.

—Está bien, lo concedo. Pero debes admitir que tú también viste lo que yo vi.

—No, yo nunca vería algo como eso.

—¿Por qué?

—Por miedo.

—¿Miedo? ¿Miedo a qué? ¿No estás exagerando? Además, tú no dijiste nada, sino el periódico.

—Como sea: uno no puede estar pensando ni diciendo esas cosas del presidente en este país, ¿qué no ves cómo están las cosas?

La puerta del consultorio se abrió. La asistente llamó claro y fuerte: ¡Ivonne Valdemar! En el acto, me levanté para entrar al consultorio. Antes, volteé a mirar de nueva cuenta a mi interlocutora. Ella se despidió de mí con una sonrisa tímida. Ya sobre el diván, derramé mucha sangre cuando el dentista extirpó mi muela podrida. Sólo atiné a crispar los puños y a cerrar los ojos para tratar de evadir el miedo que despertó ver mi sangre escurriendo, confundida en agua.


por Ivonne Valdemar. 

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