Se
mira en el espejo de la oficina.
Esto
ve:
Su
corbata está de súper moda.
El
traje luce mejor con esas líneas.
Además,
el color cielo le sienta bien, pues el tono claro lo hace lucir más
pulcro.
El
cinturón, por otra parte, corta las líneas verticales de tajo.
Su
reloj dorado se mira pletórico.
Y
los zapatos de ante le dan un aire de confort a su paso.
Ahora
bien:
El
periódico que lleva en la mano, ¿es un medio informativo o un
accesorio?
¿Viste
leer la nota roja?
¿O
debe repasar la sección de política?
Medita.
Expone:
“En
estos tiempos, nota roja y política son lo mismo en esta república
bananera”.
Por
otro lado, ¿qué hace él con un periódico si hace tiempo que lee
en Ipad?
Medita.
Expone:
“Hay
una anomalía en la Matrix”.
Apenas
dice esto, una sonrisa se instala en su rostro porque se sabe viejo.
Al
menos, sus referencias culturales pertenecen a la prehistoria.
Sientiéndose
patético, abre el ejemplar.
Esto
ve:
El parricida tiene barba abundante. Cabellera rizada, descuidada; ojos
color miel circundados por un rojo crepuscular; labios delgados,
apenas visibles bajo la espesura del vello ralo. Según la nota, es
judío. Alguna vez impartió clases de teatro. Escribió dos novelas,
ninguna de la cuales circula.
Piensa:
“Seguro
que este hombre arderá en el infierno. Mira que matar a golpes a sus
padres, almacenar los cuerpos en el clóset de la habitación
principal, echarse a dormir como si nada, fumar mota y coca frente al
televisor durante varios días, mientras los padres se pudren en la
habitación, no es de humanos. No es de Dios. Habrá que exigir que le den un castigo proporcional a la barbaridad que cometió”.
Si
fuera Dante describiría su tormento en el inframundo.
Si
Dostoievski, los remordimientos de una conciencia que no puede dejar
de mirarse a sí misma.
Pero
él sólo es un hombre que, aunque obeso, es capaz de portar un traje
con elegancia.
-No
por nada se llama Agustín Carstens Carstens-.
Con
solvencia, cierra el periódico con el fin de tirarlo por ahí. Antes
de hacerlo, echa una última mirada al titular del día.
Esto
ve:
PEÑA
A PADRES DE LOS 43: "ESTAMOS DEL MISMO LADO"
Apunto de cumplirse un año de la tragedia de Iguala y en la segunda reunión con familiares y representantes de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, cuyo paradero se desconoce desde entonces, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó crear una fiscalía especializada para la búsqueda de personas desaparecidas. También se comprometió a no dar carpetazo al expediente.
Apunto de cumplirse un año de la tragedia de Iguala y en la segunda reunión con familiares y representantes de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, cuyo paradero se desconoce desde entonces, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó crear una fiscalía especializada para la búsqueda de personas desaparecidas. También se comprometió a no dar carpetazo al expediente.
Piensa:
“¡Al diablo ya con ese tema! ¡Ya supérenlo, carajo! Mano dura es lo que hace falta para que este país deje de ser una república bananera".
Arroja
al piso el periódico.
Camina hacia su amplio sillón y acomoda el cuerpo con dificultad.
Acerca la mano al timbre con el que llama al servicio.
Camina hacia su amplio sillón y acomoda el cuerpo con dificultad.
Acerca la mano al timbre con el que llama al servicio.
Lo toca.
Al
instante, un hombre joven, escuálido y de baja estatura, acude al llamado.
“Diga,
señor”.
“Empínate
y recoge ese periódico. Tíralo a la basura”, solicita su señor.
"A la orden, señor. ¿Algo más?".
"No, por el momento es todo. Al rato te llamo".
"No, por el momento es todo. Al rato te llamo".
por
Felipe Calderón
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