5.6.15

Spots verdes: melodrama y acción electoral

Introducción

Este texto pretende ser una crítica-irónica hacia la campaña electoral del Partido Verde para las elecciones de 2015; elecciones “intermedias” de cuyos resultados depende la reconfiguración de los “cuadros” políticos que se adueñarán (perdón: representarán) al Estado mexicano durante los próximos tres años. En este contexto, los partidos políticos en general, y el Verde en particular, han tomado posiciones y ofrecido un abanico de “propuestas” que, se supone, responden a los principios y la ideología que anima a cada uno de ellos. Para comunicar sus plataformas, los partidos se han servido de los medios de comunicación masiva, principalmente la radio y la televisión. Adicionalmente, en esta campaña el Partido Verde hizo llegar su oferta política al electorado por otras vías: colocando spots al inicio de la proyección de las películas en las salas de exhibición de una cadena de cines; e incluso por vía del servicio postal, utilizando el correo para entregar lo mismo tarjetas “premia platinum” de descuento, que boletos para el cine o un kit escolar —con boleta electoral incluida—. Estas acciones, que rayan en la ilegalidad, han sido sancionadas por el Tribunal Electoral; no obstante, ante el reclamo de diversas voces que exigen que se castigue con mayor severidad al partido, ya sea quitándole el registro o marginándolo de las elecciones de 2015, el Instituto Nacional Electoral ha hecho caso omiso.

Tomando como punto de partida estas (lamentables) condiciones de la elección de 2015, en este texto haré el recuento de algunos de los spots de promoción del voto que ha realizado el Partido Verde. Es de mi especial interés hacer una crítica a las formas (spots) y los contenidos (mensajes) con los cuales el Partido Verde quiere promover el voto a su favor. He recurrido a un par de teóricos que mediante sus análisis de contenidos, y de las formas de difusión masiva de mensajes políticos, me han dado una guía sumamente útil sobre el qué mirar en la campaña del Partido Verde. Esos teóricos son Giovanni Sartori y Pierre Bourdieu. Por lo tanto, en este trabajo, hago una reconstrucción de los spots de proselitismo político del Partido Verde, y hago una crítica de sus contenidos y sus medios de difusión, valiéndome para ello de las ideas de Sartori y Bourdieu. No obstante, ante todo, haré un rápido apunte sobre lo que representan las elecciones intermedias en México. Asimismo, ofreceré un breve recuento de la historia del Partido Verde.

Elecciones intermedias: entre la simulación y el reparto del pastel (perdón: del poder) 

En su libro La democracia en México, Pablo González Casanova minimiza la importancia de las elecciones intermedias, ya que, sea con una Cámara de Diputados “heredada” de la elección anterior, o sea con una Cámara “nueva”, cuyas candidaturas y nominaciones surgen del propio gobierno en funciones, el aparato del Estado mexicano está asentado sobre un presidencialismo que se pretende fuerte y sobre unos poderes fácticos con cada vez mayor peso en las decisiones de Estado, por lo que la composición de las Cámaras no es de gran relevancia. Es decir: la composición del Congreso no varía demasiado las decisiones de gobierno, las cuales se fraguan en negociaciones entre los poderes fácticos y los “cuadros” políticos que se adueñan del Estado (perdón: representan al Estado). En todo caso, los diputados que integran el Congreso sólo son comparsas del régimen, legitimando constitucionalmente las decisiones y las negociaciones tomadas en las verdaderas esferas de poder(1).

No obstante lo anterior, dentro del juego del régimen que se dice democrático, está establecido que cada tres años los ciudadanos (erigidos en electores) deben salir a votar para elegir a sus representantes: una horda de políticos que en la elección de 2015 se disputarán: “la totalidad [de las curules] de la Cámara de Diputados, 9 gubernaturas, 641 diputaciones en 17 entidades, 993 alcaldías en 16 estados y las 16 jefaturas delegacionales del Distrito Federal”(2). Como puede verse, no es para nada desestimable la cantidad de puestos de representación popular que se ofrecen en las elecciones intermedias, por lo que los partidos políticos se aprestan a obtener todos los cargos, pues con ellos va implícita la posibilidad de echar mano del presupuesto que los acompaña. Por ello, durante un mes de precampaña, y dos meses más de campaña, los partidos y sus candidatos maniobran de diferentes maneras para llegar al electorado, con la finalidad de conseguir el voto que les garantice el control político (y presupuestal) de los próximos tres años.

Partido Verde: ¿ideología? ¿Principios?

Alguna vez Jorge González Torres, fundador del partido, dijo: “Si no era posible concientizar a las autoridades sobre aspectos ecológicos, entonces buscaríamos ser gobierno para actuar en consecuencia”(3). Es decir: según Jorge González Torres, el Partido Verde de México, posteriormente llamado Partido Ecologista Mexicano y hoy simplemente Partido Verde, nació con una militancia ecologista que, no obstante, y a decir de sus críticos, se ha perdido con los años. Al respecto, Patricia Arendar, ex directora ejecutiva de Greenpeace México, ha señalado: “No tenemos un partido verde en el Congreso. Tenemos un partido que se mueve con un discurso verde, que se apropia de iniciativas de las ONG, pero no lleva hasta las últimas consecuencias la pelea ambiental porque está muy comprometido con alianzas políticas”(4). Con lo anterior, entendemos que el Partido Verde, antes de ser una organización que promueva políticas públicas de interés ecológico, es una agrupación política que se mueve de acuerdo a intereses políticos y económicos de sus cúpulas. Por lo tanto, parece ser que la ideología que sustenta al Partido Verde está lejos de ser ecológica; antes bien, el partido metamorfosea su ideología a partir de la alianza política en turno. 

Así pues, los “principios” que mueven a este partido son los del pragmatismo político y el clientelismo electoral. Eso explica que, en su historia, hayan establecido alianzas con fuerzas de diferente corte, tanto las identificadas como de izquierda (según Alberto Morales, en 1987 el Partido Verde de México se sumó al Frente Democrático Nacional, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas) como las de derecha (en el 2000, el Partido Verde Ecologista hizo coalición con el PAN y ambas agrupaciones saborearon el triunfo al llevar a Vicente Fox a la Presidencia de la República). Desde el año 2006, ya como Partido Verde, se ha aliado con el PRI, y eso le ha valido posicionarse políticamente. Tanto, que en las elecciones de 2015 ha crecido “espectacularmente hasta perfilarse en la disputa por el tercer lugar en las elecciones de junio”(5). Tal vez parte de ese crecimiento “espectacular” se deba a las componendas (perdón: a las alianzas) políticas con el partido en el gobierno. Pero también es probable que la publicidad diseñada para posicionarse en las elecciones de 2015 esté surtiendo efecto.

Spots I: El retorno a la caverna

En su ya clásico estudio Homo Videns. La sociedad teledirigida, Giovanni Sartori analiza la mengua del ejercicio decodificador de los discursos que supone una sociedad inserta en la era de la imagen. Para Sartori, que el Sapiens esté mutando en Videns tiene repercusiones en las representaciones simbólicas que hacemos (y que recibimos) del mundo. Es decir: cuando el Sapiens utiliza la lengua oral o escrita, ello supone un esfuerzo decodificador del receptor, quien puede otorgar al mensaje recibido significaciones literales o referenciales, haciendo uso de su capacidad denotativa o connotativa, ambas inherentes a la lengua. No así el Videns, quien recibe imágenes que, según Sartori, se explican por sí mismas, por lo que el sujeto ya no debe hacer un esfuerzo de decodificación (o debe hacer muy poco). En este sentido, las imágenes que produce la televisión “anula[n] los conceptos y atrofia[n] nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de entender”(6). En el Homo Videns:

El lenguaje conceptual (abstracto) es sustituido por el lenguaje perceptivo (concreto) que es infinitamente más pobre: más pobre no sólo en cuanto a palabras (al número de palabras), sino sobre todo en cuanto a la riqueza de significado, es decir, de capacidad connotativa(7).

De esta manera, el Homo videns es un hombre venido a menos: un viejo rico que ha perdido la riqueza simbólica proporcionada por la lengua y, por ello, vive atrapado en una nueva caverna en donde mira retazos de realidad diseñados por un demiurgo muy pero muy malo.

Ese demiurgo es un sofista (¡perdón, oh Protágoras, pues has sido tan mal interpretado!) convertido en productor y/o director de televisión, quien prepara programas y spots diseñados según las necesidades del momento y del cliente. Muchas pueden ser las necesidades mercadotécnicas que originen el diseño de publicidad, pero el momento y el cliente que ocupan a este texto son los que se relacionan con la campaña política diseñada para el Partido Verde. 

Spots II. Melodrama y acción electoral

Se graba. Tres…

Un joven está en una cita de trabajo. El empleador le comunica que, sin duda, su formación profesional es la adecuada, pero al no poseer la experiencia laboral necesaria, no puede darle el empleo que solicita. El joven, enfurecido, sale de la oficina, bajo la mirada compadecida del empleador.

Dos…

     Una familia acude con un anciano a una clínica pública, atestada de personas que esperan ser atendidas. La familia recibe el rechazo del personal de la clínica, pues el anciano ha perdido su seguro social. La familia sale de la clínica, sollozante y suplicando la ayuda de algo o alguien. Al fondo, se miran decenas de ancianos que continúan en espera de ser atendidos.

¡Acción!

      Un joven regresa a casa después de solicitar empleo. Iracundo, comparte con su familia la frustración que sintió al ser rechazado del empleo, por no tener conocimientos de inglés y computación. Colérico, exclama: “¿Y cómo voy a tenerlos, si en la escuela nunca me enseñaron?”. La familia trata de consolar al joven por medio de un abrazo colectivo. El joven sumerge su rostro en el hombro de su papá.

Lo anterior son los “retazos de realidad” ideados por algún publicista contratado por el Partido Verde para comunicar sus “propuestas” de campaña. Esas “propuestas”, como ya vimos, no son producto de una ideología o de unos “principios” postulados y defendidos por el partido; antes bien, son “recompensas” o “premios” que el partido quiere dar a sus clientes (perdón: a sus electores) que tendrán a bien (o mal) votar por el Verde. No existe, pues, una relación cívica entre el Partido Verde y sus posibles electores, pues a ambos no los mueve una idea de sociedad o un proyecto de nación libre, soberana, independiente o democrática; antes bien, se mantienen unidos por una lógica de mutua conveniencia. La lógica del spot o anuncio publicitario cobra completa significación en este mercadeo electoral: el Partido Verde ofrece un “beneficio” al cliente-elector si éste, a cambio, “paga” ese “beneficio” con su voto el 7 de junio.

Con objeto de allegarse tal “pago”, los spots del Partido Verde apelan a la recepción afectiva del espectador. Utilizando lo que Pierre Bourdieu llama la tendencia a la dramatización de la televisión, los spots del Verde: “escenifica[n], en imágenes, un acontecimiento y exagera[n] su importancia, su gravedad, así como su carácter dramático, trágico”(8).  Es decir: los “retazos de realidad” que proyectan los spots del Partido Verde escenifican situaciones melodramáticas, con una carga dolorosa-trágica que recurre al ambiente propio de las telenovelas del “Canal de las Estrellas”. Además, el patetismo de las imágenes es acompañado de parlamentos lastimeros, que buscan redondear el efecto patético del spot: “¿Y cómo voy a tener conocimientos de inglés y computación, si en la escuela nunca me enseñaron?”, clama, furibundo, el joven rechazado del empleo, motivando la comprensión compasiva de millones de tele espectadores, también potenciales electores.

Por medio de sus spots, el Partido Verde apela a una realidad, a la vez que la crea. Es decir: los spots no sólo describen el lamentable estado del sistema educativo o del sistema de salud, sino que re-producen una visión negativa de esos sistemas, mediante el patetismo de su campaña. La descripción dramática de la realidad laboral, educativa y de salud hecha por los spots de la campaña del Partido Verde re-crean esas realidades en la subjetividad de los tele espectadores. Y si es cierto lo que Sartori afirma sobre el Homo Videns, acerca de que la televisión “anula los conceptos y atrofia nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de entender”, el tele espectador tiene muy poca capacidad de juicio crítico para determinar hasta qué punto la publicidad del Verde efectivamente es una descripción y hasta dónde es una re-creación (tendenciosa y negativa) de la realidad.

De este modo, la televisión, que pretende ser un instrumento que refleja la realidad, acaba convirtiéndose en un instrumento que crea una realidad. Vamos cada vez más hacia universos en que el mundo social está descrito-prescrito por la televisión. La televisión se convierte en el árbitro del acceso a la existencia social y política (9).         

      Tal vez sea este “arbitro del acceso a la existencia social y política” el que está haciendo posible el crecimiento del Partido Verde como fuerza política, hasta posicionarse en “el tercer lugar de las elecciones de junio”. A partir de los resultados que arroje la elección del próximo domingo podremos saber si, efectivamente, el melodrama se traduce en acción electoral.

Conclusiones

Como puede verse, los spots por medio de los cuales el Partido Verde promociona el voto para su causa, apelan a lo afectivo como una estrategia para describir-recrear una realidad que se torna simbólica-imaginaria. Por esta vía, esperan captar el voto de los electores, que buscarán las “recompensas” ofrecidas por un partido que sustenta su ideología y programa en el clientelismo político. El posible reposicionamiento del Partido Verde como tercera fuerza se fundamentaría, así, en una mercadotecnia electoral antes que en una reflexión crítico-cívica. En caso de que este reposicionamiento sea real, las palabras de Sartori tendrían algún sentido: el Homo Videns es un hombre venido a menos, un empobrecido; un sujeto tan miserable que es capaz de “vender” el derecho al voto persuadido por una patética producción televisiva o, peor aún, a cambio de un kit escolar o una tarjeta “premium platino”.

Notas y referencias

 (1). Dice Pablo González Casanova: “Aparentemente el Legislativo tiene una función simbólica. Sanciona actos del Ejecutivo. Les da una validez y una fundamentación de tipo tradicional y metafísico, en que los actos del Ejecutivo adquieren la categoría de leyes, o se respaldan y apoyan en el orden de las leyes, obedeciendo a un mecanismo simbólico muy antiguo, aunque de tipo laico. En efecto, así como los antiguos gobernantes decían gobernar a nombre de la Ley, y que la Ley estaba respaldada por la Divinidad, lo cual tenía un sentido funcional simbólico-religioso, en nuestra cultura cumple esa misma función la Cámara de Diputados, cuyo significado teórico aparece en la comunidad como “creencia legal” […]”, en: La democracia en México, p.p. 32-33.


(3). Cfr. Alberto Morales, “Verde de México un partido camaleón”, en: http://www.eluniversal.com.mx/nacion/169770.html

(4). Cfr. Ídem.

(5). Cfr. Álvaro Delgado, “El Partido Verde, otra cara de la corrupción”, en: http://www.proceso.com.mx/?p=394217

(6). Giovanni Sartori. Homo videns. La sociedad teledirigida. p. 53. 

(7). Íbid. p. 54.

(8). Pierre Bourdieu. Sobre la televisión. p. 25.

9. Íbid. p. 28.

Fuentes

Bourdieu, Pierre. Sobre la televisión. Trad. de Thomas Kauf. Anagrama, Barcelona, 2013.

Delgado, Álvaro. “El Partido Verde, otra cara de la corrupción”, en: http://www.proceso.com.mx/?p=394217   Página consultada el 31 de mayo de 2015.

González Casanova, Pablo. La democracia en México. Ediciones Era, México, 1993.

Notimex. “2179 cargos se disputarán en los comicios del 7 de junio”, en: http://mexico.cnn.com/adnpolitico/2015/01/04/2179-cargos-publicos-se-disputaran-en-los-comicios-del-7-de-junio   Página consultada el 31 de mayo de 2015.

Morales, Alberto. “Verde de México un partido camaleón”, en: http://www.eluniversal.com.mx/nacion/169770.html   Página consultada el 31 de mayo de 2015.


Sartori, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida. Trad. de Ana Díaz Soler. Punto de lectura, México, 2006.

por Jaime Magdaleno

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