Introducción
Este
texto pretende ser una crítica-irónica hacia la campaña electoral del Partido
Verde para las elecciones de 2015; elecciones “intermedias” de cuyos resultados
depende la reconfiguración de los “cuadros” políticos que se adueñarán (perdón:
representarán) al Estado mexicano durante los próximos tres años. En este contexto,
los partidos políticos en general, y el Verde en particular, han tomado
posiciones y ofrecido un abanico de “propuestas” que, se supone, responden a
los principios y la ideología que anima a cada uno de ellos. Para comunicar sus
plataformas, los partidos se han servido de los medios de comunicación masiva,
principalmente la radio y la televisión. Adicionalmente, en esta campaña el
Partido Verde hizo llegar su oferta política al electorado por otras vías:
colocando spots al inicio de la
proyección de las películas en las salas de exhibición de una cadena de cines;
e incluso por vía del servicio postal, utilizando el correo para entregar lo
mismo tarjetas “premia platinum” de descuento, que boletos para el cine o un
kit escolar —con boleta electoral incluida—. Estas acciones, que rayan en la
ilegalidad, han sido sancionadas por el Tribunal Electoral; no obstante, ante
el reclamo de diversas voces que exigen que se castigue con mayor severidad al
partido, ya sea quitándole el registro o marginándolo de las elecciones de
2015, el Instituto Nacional Electoral ha hecho caso omiso.
Tomando
como punto de partida estas (lamentables) condiciones de la elección de 2015,
en este texto haré el recuento de algunos de los spots de promoción del voto que ha realizado el Partido Verde. Es
de mi especial interés hacer una crítica a las formas (spots) y los contenidos (mensajes) con los cuales el Partido Verde
quiere promover el voto a su favor. He recurrido a un par de teóricos que
mediante sus análisis de contenidos, y de las formas de difusión masiva de
mensajes políticos, me han dado una guía sumamente útil sobre el qué mirar en
la campaña del Partido Verde. Esos teóricos son Giovanni Sartori y Pierre
Bourdieu. Por lo tanto, en este trabajo, hago una reconstrucción de los spots
de proselitismo político del Partido Verde, y hago una crítica de sus
contenidos y sus medios de difusión, valiéndome para ello de las ideas de
Sartori y Bourdieu. No obstante, ante todo, haré un rápido apunte sobre lo que
representan las elecciones intermedias en México. Asimismo, ofreceré un breve
recuento de la historia del Partido Verde.
Elecciones intermedias: entre la
simulación y el reparto del pastel (perdón: del poder)
En
su libro La democracia en México,
Pablo González Casanova minimiza la importancia de las elecciones intermedias,
ya que, sea con una Cámara de Diputados “heredada” de la elección anterior, o
sea con una Cámara “nueva”, cuyas candidaturas y nominaciones surgen del propio
gobierno en funciones, el aparato del Estado mexicano está asentado sobre un
presidencialismo que se pretende fuerte y sobre unos poderes fácticos con cada
vez mayor peso en las decisiones de Estado, por lo que la composición de las
Cámaras no es de gran relevancia. Es decir: la composición del Congreso no
varía demasiado las decisiones de gobierno, las cuales se fraguan en negociaciones entre los poderes fácticos y los “cuadros” políticos que se
adueñan del Estado (perdón: representan al Estado). En todo caso, los diputados
que integran el Congreso sólo son comparsas del régimen, legitimando
constitucionalmente las decisiones y las negociaciones tomadas en las
verdaderas esferas de poder(1).
No
obstante lo anterior, dentro del juego del régimen que se dice democrático,
está establecido que cada tres años los ciudadanos (erigidos en electores)
deben salir a votar para elegir a sus representantes: una horda de políticos
que en la elección de 2015 se disputarán: “la totalidad [de las curules] de la
Cámara de Diputados, 9 gubernaturas, 641 diputaciones en 17 entidades, 993
alcaldías en 16 estados y las 16 jefaturas delegacionales del Distrito
Federal”(2). Como puede verse, no es para nada desestimable la cantidad de
puestos de representación popular que se ofrecen en las elecciones intermedias,
por lo que los partidos políticos se aprestan a obtener todos los cargos, pues
con ellos va implícita la posibilidad de echar mano del presupuesto que los
acompaña. Por ello, durante un mes de precampaña, y dos meses más de campaña,
los partidos y sus candidatos maniobran de diferentes maneras para llegar al
electorado, con la finalidad de conseguir el voto que les garantice el control
político (y presupuestal) de los próximos tres años.
Partido Verde: ¿ideología? ¿Principios?
Alguna
vez Jorge González Torres, fundador del partido, dijo: “Si no era posible
concientizar a las autoridades sobre aspectos ecológicos, entonces buscaríamos
ser gobierno para actuar en consecuencia”(3). Es decir: según Jorge González Torres,
el Partido Verde de México, posteriormente llamado Partido Ecologista Mexicano
y hoy simplemente Partido Verde, nació con una militancia ecologista que, no
obstante, y a decir de sus críticos, se ha perdido con los años. Al respecto,
Patricia Arendar, ex directora ejecutiva de Greenpeace México, ha señalado: “No
tenemos un partido verde en el Congreso. Tenemos un partido que se mueve con un
discurso verde, que se apropia de iniciativas de las ONG, pero no lleva hasta
las últimas consecuencias la pelea ambiental porque está muy comprometido con
alianzas políticas”(4). Con lo anterior, entendemos que el Partido Verde, antes
de ser una organización que promueva políticas públicas de interés ecológico,
es una agrupación política que se mueve de acuerdo a intereses políticos y
económicos de sus cúpulas. Por lo tanto, parece ser que la ideología que
sustenta al Partido Verde está lejos de ser ecológica; antes bien, el partido
metamorfosea su ideología a partir de la alianza política en turno.
Así
pues, los “principios” que mueven a este partido son los del pragmatismo
político y el clientelismo electoral. Eso explica que, en su historia, hayan
establecido alianzas con fuerzas de diferente corte, tanto las identificadas
como de izquierda (según Alberto Morales, en 1987 el Partido Verde de México se
sumó al Frente Democrático Nacional, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas) como
las de derecha (en el 2000, el Partido Verde Ecologista hizo coalición con el
PAN y ambas agrupaciones saborearon el triunfo al llevar a Vicente Fox a la Presidencia
de la República). Desde el año 2006, ya como Partido Verde, se ha aliado con el
PRI, y eso le ha valido posicionarse políticamente. Tanto, que en las
elecciones de 2015 ha crecido “espectacularmente hasta perfilarse en la disputa
por el tercer lugar en las elecciones de junio”(5). Tal vez parte de ese
crecimiento “espectacular” se deba a las componendas (perdón: a las alianzas)
políticas con el partido en el gobierno. Pero también es probable que la
publicidad diseñada para posicionarse en las elecciones de 2015 esté surtiendo
efecto.
Spots I: El retorno a la caverna
En
su ya clásico estudio Homo Videns. La
sociedad teledirigida, Giovanni Sartori analiza la mengua del ejercicio
decodificador de los discursos que supone una sociedad inserta en la era de la
imagen. Para Sartori, que el Sapiens esté mutando en Videns tiene repercusiones
en las representaciones simbólicas que hacemos (y que recibimos) del mundo. Es
decir: cuando el Sapiens utiliza la lengua oral o escrita, ello supone un
esfuerzo decodificador del receptor, quien puede otorgar al mensaje recibido
significaciones literales o referenciales, haciendo uso de su capacidad
denotativa o connotativa, ambas inherentes a la lengua. No así el Videns, quien
recibe imágenes que, según Sartori, se explican por sí mismas, por lo que el
sujeto ya no debe hacer un esfuerzo de decodificación (o debe hacer muy poco).
En este sentido, las imágenes que produce la televisión “anula[n] los conceptos
y atrofia[n] nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad
de entender”(6). En el Homo Videns:
El lenguaje
conceptual (abstracto) es sustituido por el lenguaje perceptivo (concreto) que
es infinitamente más pobre: más pobre no sólo en cuanto a palabras (al número
de palabras), sino sobre todo en cuanto a la riqueza de significado, es decir,
de capacidad connotativa(7).
De
esta manera, el Homo videns es un hombre venido a menos: un viejo rico que ha
perdido la riqueza simbólica proporcionada por la lengua y, por ello, vive
atrapado en una nueva caverna en donde mira retazos de realidad diseñados por
un demiurgo muy pero muy malo.
Ese
demiurgo es un sofista (¡perdón, oh Protágoras, pues has sido tan mal
interpretado!) convertido en productor y/o director de televisión, quien
prepara programas y spots diseñados
según las necesidades del momento y del cliente. Muchas pueden ser las
necesidades mercadotécnicas que originen el diseño de publicidad, pero el
momento y el cliente que ocupan a este texto son los que se relacionan con la
campaña política diseñada para el Partido Verde.
Spots II. Melodrama y acción electoral
Se
graba. Tres…
Un
joven está en una cita de trabajo. El empleador le comunica que, sin duda, su
formación profesional es la adecuada, pero al no poseer la experiencia laboral
necesaria, no puede darle el empleo que solicita. El joven, enfurecido, sale de
la oficina, bajo la mirada compadecida del empleador.
Dos…
Una
familia acude con un anciano a una clínica pública, atestada de personas que
esperan ser atendidas. La familia recibe el rechazo del personal de la clínica,
pues el anciano ha perdido su seguro social. La familia sale de la clínica,
sollozante y suplicando la ayuda de algo o alguien. Al fondo, se miran decenas
de ancianos que continúan en espera de ser atendidos.
¡Acción!
Un
joven regresa a casa después de solicitar empleo. Iracundo, comparte con su
familia la frustración que sintió al ser rechazado del empleo, por no tener
conocimientos de inglés y computación. Colérico, exclama: “¿Y cómo voy a
tenerlos, si en la escuela nunca me enseñaron?”. La familia trata de consolar
al joven por medio de un abrazo colectivo. El joven sumerge su rostro en el
hombro de su papá.
Lo
anterior son los “retazos de realidad” ideados por algún publicista contratado
por el Partido Verde para comunicar sus “propuestas” de campaña. Esas
“propuestas”, como ya vimos, no son producto de una ideología o de unos
“principios” postulados y defendidos por el partido; antes bien, son
“recompensas” o “premios” que el partido quiere dar a sus clientes (perdón: a
sus electores) que tendrán a bien (o mal) votar por el Verde. No existe, pues,
una relación cívica entre el Partido Verde y sus posibles electores, pues a
ambos no los mueve una idea de sociedad o un proyecto de nación libre,
soberana, independiente o democrática; antes bien, se mantienen unidos por una
lógica de mutua conveniencia. La lógica del spot
o anuncio publicitario cobra completa significación en este mercadeo electoral:
el Partido Verde ofrece un “beneficio” al cliente-elector si éste, a cambio,
“paga” ese “beneficio” con su voto el 7 de junio.
Con
objeto de allegarse tal “pago”, los spots del Partido Verde apelan a la
recepción afectiva del espectador. Utilizando lo que Pierre Bourdieu llama la
tendencia a la dramatización de la
televisión, los spots del Verde:
“escenifica[n], en imágenes, un acontecimiento y exagera[n] su importancia, su
gravedad, así como su carácter dramático, trágico”(8). Es decir: los “retazos de realidad” que
proyectan los spots del Partido Verde
escenifican situaciones melodramáticas, con una carga dolorosa-trágica que
recurre al ambiente propio de las telenovelas del “Canal de las Estrellas”.
Además, el patetismo de las imágenes es acompañado de parlamentos lastimeros,
que buscan redondear el efecto patético del spot:
“¿Y cómo voy a tener conocimientos de inglés y computación, si en la escuela
nunca me enseñaron?”, clama, furibundo, el joven rechazado del empleo,
motivando la comprensión compasiva de millones de tele espectadores, también
potenciales electores.
Por
medio de sus spots, el Partido Verde
apela a una realidad, a la vez que la crea. Es decir: los spots no sólo describen el lamentable estado del sistema educativo
o del sistema de salud, sino que re-producen una visión negativa de esos
sistemas, mediante el patetismo de su campaña. La descripción dramática de la
realidad laboral, educativa y de salud hecha por los spots de la campaña del Partido Verde re-crean esas realidades en
la subjetividad de los tele espectadores. Y si es cierto lo que Sartori afirma
sobre el Homo Videns, acerca de que la televisión “anula los conceptos y
atrofia nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de
entender”, el tele espectador tiene muy poca capacidad de juicio crítico para
determinar hasta qué punto la publicidad del Verde efectivamente es una
descripción y hasta dónde es una re-creación (tendenciosa y negativa) de la
realidad.
De este modo, la
televisión, que pretende ser un instrumento que refleja la realidad, acaba
convirtiéndose en un instrumento que crea una realidad. Vamos cada vez más
hacia universos en que el mundo social está descrito-prescrito por la
televisión. La televisión se convierte en el árbitro del acceso a la existencia
social y política (9).
Tal vez sea este “arbitro del acceso
a la existencia social y política” el que está haciendo posible el crecimiento
del Partido Verde como fuerza política, hasta posicionarse en “el tercer lugar
de las elecciones de junio”. A partir de los resultados que arroje la elección
del próximo domingo podremos saber si, efectivamente, el melodrama se traduce
en acción electoral.
Conclusiones
Como
puede verse, los spots por medio de
los cuales el Partido Verde promociona el voto para su causa, apelan a lo
afectivo como una estrategia para describir-recrear una realidad que se torna
simbólica-imaginaria. Por esta vía, esperan captar el voto de los electores,
que buscarán las “recompensas” ofrecidas por un partido que sustenta su
ideología y programa en el clientelismo político. El posible reposicionamiento
del Partido Verde como tercera fuerza se fundamentaría, así, en una
mercadotecnia electoral antes que en una reflexión crítico-cívica. En caso de
que este reposicionamiento sea real, las palabras de Sartori tendrían algún
sentido: el Homo Videns es un hombre venido a menos, un empobrecido; un sujeto
tan miserable que es capaz de “vender” el derecho al voto persuadido por una
patética producción televisiva o, peor aún, a cambio de un kit escolar o una
tarjeta “premium platino”.
Notas y referencias
(1). Dice Pablo González Casanova:
“Aparentemente el Legislativo tiene una función simbólica. Sanciona actos del
Ejecutivo. Les da una validez y una fundamentación de tipo tradicional y
metafísico, en que los actos del Ejecutivo adquieren la categoría de leyes, o
se respaldan y apoyan en el orden de las leyes, obedeciendo a un mecanismo
simbólico muy antiguo, aunque de tipo laico. En efecto, así como los antiguos
gobernantes decían gobernar a nombre de la Ley, y que la Ley estaba respaldada
por la Divinidad, lo cual tenía un sentido funcional simbólico-religioso, en
nuestra cultura cumple esa misma función la Cámara de Diputados, cuyo
significado teórico aparece en la comunidad como “creencia legal” […]”, en: La democracia en México, p.p. 32-33.
(2).
Información tomada de: http://mexico.cnn.com/adnpolitico/2015/01/04/2179-cargos-publicos-se-disputaran-en-los-comicios-del-7-de-junio
(3).
Cfr. Alberto Morales, “Verde de
México un partido camaleón”, en: http://www.eluniversal.com.mx/nacion/169770.html
(4).
Cfr. Ídem.
(5).
Cfr. Álvaro Delgado, “El Partido
Verde, otra cara de la corrupción”, en: http://www.proceso.com.mx/?p=394217
(6).
Giovanni Sartori. Homo videns. La
sociedad teledirigida. p. 53.
(7).
Íbid. p. 54.
(8).
Pierre Bourdieu. Sobre la televisión.
p. 25.
9. Íbid. p. 28.
Fuentes
Bourdieu,
Pierre. Sobre la televisión. Trad. de
Thomas Kauf. Anagrama, Barcelona, 2013.
Delgado,
Álvaro. “El Partido Verde, otra cara de la corrupción”, en:
http://www.proceso.com.mx/?p=394217
Página consultada el 31 de mayo de 2015.
González
Casanova, Pablo. La democracia en México.
Ediciones Era, México, 1993.
Notimex.
“2179 cargos se disputarán en los comicios del 7 de junio”, en:
http://mexico.cnn.com/adnpolitico/2015/01/04/2179-cargos-publicos-se-disputaran-en-los-comicios-del-7-de-junio Página consultada el 31 de mayo de 2015.
Morales,
Alberto. “Verde de México un partido camaleón”, en:
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/169770.html Página consultada el 31 de mayo de 2015.
Sartori,
Giovanni. Homo videns. La sociedad
teledirigida. Trad. de Ana Díaz Soler. Punto de lectura, México, 2006.
por Jaime Magdaleno
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