16.4.13

Orden del día

Por mi cumpleaños 21, hoy me dieron un día de descanso en el trabajo.

Hago tiempo: hojeo una revista involuntariamente asquerosa.

Al rato, por la noche, un grupo de amigos y yo nos embruteceremos con alcohol barato y platicaremos futilidades. Seguramente mi cabeza se llenará de crisis y de preguntas sin sentido mientras ellos continúan con sus risas y sus estupideces.

El cuarto está particularmente sucio. Sobre el piso, hay pedazos maltrechos de escritos sin estructura y sin fin: porquería confundida con ésta otra: botellas de cerveza, envases de refresco, bolsas de plástico de supermercado con leyendas parecidas a esto: “Cuida el agua, todos la necesitamos” o “Una ciudad limpia es salud”.

Por ahora, nada importa. “Se trata de darle tiempo al tiempo”, he allí mi filosofía.

Mañana, pasado o en unos años, recordaré estas borracheras con nostalgia. Mientras, el estómago me crece y saturo los pedazos de jabón, y la coladera del baño, con cabello masculino.


por "pequeño bastardo"

No hay comentarios:

Publicar un comentario