11.10.12

TRANSLÚCIDO

Hay una lumbrera aquí, en mi habitación,
tras ella veo la mañana y la tarde,
el correr las nubes y ponerse el sol;
manifestarse tenue luz con esplendor.

Pero la noche tiene más a favor:
Nítido infinito en las estrellas.
Inaccesible esencia, que en clamor
la efímera luna hace querellas.


Así es lo que percibo desde aquí,
tras mi ventana, tras mi lucerna;
refugiada en confortable habitación.


Apartada de la sublimidad del día,
de la libertad de la noche, del pavor;
lumbrera salvaguardia de menguada
                                                condición.




por Lau Vargas

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